jueves, 7 de octubre de 2010

VISION DE MUNDO, COSMOVISION, PARADIGMA

VISION DE MUNDO,COSMOVISION Y PARADIGMA

Cualquier persona que tenga una opinión  (  esto es una visión ) acerca del mundo suele ubicarla en una cosmovisión determinada que usualmente esta inserta en un paradigma.

Aunque algunos suelen negar esta verdad lo cierto es que nadie escapa a la interrelación entre estos tres conceptos que pueden nacer bien de la Ciencia, bien de la Fe,o  de una mezcla de ambas fuentes. Es útil revisar cuales son las ideas hoy en boga acerca de estos tres puntos . Cabe advertir también que para muchos los tres conceptos son uno solo,cada uno con sus características definitorias.

Finalmente Vidal Clement  nos ofrece una cosmovision en la que integra todos los conceptos anteriores   



 1-  VISION DE MUNDO

Relativismo : Cualquier doctrina que niegue la existencia de valores absolutos, ya totalmente, ya solamente en lo tocante a cierta esfera del ser, puede ser denominada relativismo.
Una forma de relativismo afirma, por ejemplo, que nosotros únicamente somos conscientes de las diferencias y cambios ( Hobbes, Bain, Höffding, Wundt. Cf. Maher, "Psychology", 6a. ed., p. 91).
Otros afirman que la verdad es relativa porque (a) los juicios (i) no tienen ningún significado si están aislados y (ii) deben ser sometidos a una infinidad de modificaciones antes de que puedan ser incorporados a un sistema ideal de verdad (Joachim y los hegelianos, en general), o porque (b) la verdad es concebida como una propiedad peculiar de las ideas gracias a la cual podemos interactuar más o menos exitosamente con el mundo que nos rodea (pragmatistas).
Una tercera dice que el valor moral es esencialmente relativo y solamente aparece cuando los motivos entran en conflicto(Martineau). (Cfr. Ética, Pragmatismo, Verdad).

La Relatividad del Conocimiento : Cualquiera que haya sido el significado real y primario del famoso dicho de Protágoras, "El hombre es la medida de todas las cosas" (anthropos metron panton kai ton syton kai ton me onton  panton kai ton syton kai ton me onton ) , Platón, "Teetetos.", 152 A; en "Mind", XIX, 473, Gillespie sostiene que ese dicho tiene un significado ético,el que  ordinariamente ha sido entendido en sentido epistemológico, como una afirmación de la relatividad de todo conocimiento humano; de la imposibilidad de penetrar más allá de la apariencia de las cosas.
Y esta interpretación concuerda con la tendencia general de la época en la que vivió Protágoras.
La doctrina de Heráclito sobre el flujo perpetuo y universal, la visión de Parménides de que la pluralidad y cambio son apenas un reflejo de la realidad, los vanos intentos de explicar la naturaleza de la percepción sensorial y de explicar las ilusiones y los juicios erróneos, junto con los inicios de la conciencia (evidente en Demócrito) de un factor subjetivo en el proceso de la percepción, todo ello orillaba a los filósofos a desconfiar de lo que sus sentidos les mostraban y a confiar exclusivamente en su razón o su inteligencia.
La reflexión, sin embargo, pronto puso en claro que las teorías racionales no podían presumir de mayor consistencia que los datos de la experiencia de la percepción, y el resultado inevitable de eso fue que el relativismo de Protágoras y sus seguidores poco a poco se convirtió en el escepticismo de la Academia Media (Cfr. Escepticismo).

El relativismo moderno, por otro lado, aunque también tiende a transformarse en escepticismo, fue en su origen una reacción contra este último. Para disipar la duda que Hume había sugerido acerca de la validez de los juicios universales de carácter sintético, Kant propuso que deberíamos entenderlos como provenientes no de la aprensión de la naturaleza de la cosas reales, sino de la constitución de nuestras mentes vencidas. Sostenía que el factor mental de la experiencia, desdeñado hasta entonces, tiene en realidad una importancia capital: a él se debe el espacio, el tiempo, las categorías y toda forma de síntesis. Es el elemento formal que nace de la estructura de la misma mente que constituye el conocimiento y lo hace ser lo que es. Hume se equivocó al suponer que el conocimiento es un intento de copiar la realidad. No es tal.

El mundo, tal como lo conocemos, el mundo de la experiencia, está relacionado esencialmente a la mente humana, de la que deriva todo lo que tiene de unidad, orden y forma. La objeción obvia a un relativismo de ese tipo es la cosa-en-sí-misma, la cual ni es, ni puede ser jamás, un objeto del conocimiento. Nos quedamos, así, encerrados dentro de un mundo de apariencias, cuya naturaleza es constituida por nuestras mentes. Nunca podremos saber lo que la realidad es en sí misma. Y sin embargo, eso es precisamente lo que, segúnKant, deseamos saber. La facinación de la filosofía de Kant reside en el hecho de que ella le dio su valor pleno a la actividad, como opuesta a la pasividad o a la receptividad de la mente, pero el incognocible Ding-an-sich era una abominación, fatalmente parecida a su consistencia y a su poder para resolver el problema del conocimiento humano. Debe ser eliminada a cualquier costo, y la forma más fácil de hacerlo es abolirla de raíz, quedándonos con una realidad cognocible porque la realidad y el conocimiento son una cosa, y en esa faena la mente, humana o absoluta, desempeña un papel definitivo.

La Relatividad de la Realidad :la relatividad de la realidad, que tomó el sitio de la realidad del conocimiento, ha sido concebida de varias maneras. Ocasionalmente, como en el caso de Fichte y Hegel, la naturaleza se opone a la mente o espíritu como si fueran dos caras de la misma cosa: de la inteligencia, o voluntad, o incluso de la mente inconsciente.
Otras veces, como en el caso de Green y Bradley, la realidad es concebida como una totalidad orgánica que de algún modo se manifiesta en los centros finitos de la experiencia, que buscan reproducir en sí mismos la realidad tal como ella es. Lamentablemente, fracasan de tal modo que lo que afirman, incluso siendo contradictorio, debe de algún modo ser aceptado como verdadero. Tan verdadero como otras verdades en el sentido de que ellas pretenden expresar la realidad, pero deben sujetarse a una reinterpretación infinita antes que lleguen a ser idénticas con aquella realidad a la que se refieren.
Absolutistas más modernos (vgr. Mackenzie y Taylor), al darse cuenta de lo inadecuado de esta posición, han devuelto cierta independencia al orden físico, el cual, en palabras de Taylor (Elem. of Metaph., 198), "no depende para su existencia de mi percepción", pero que "sí depende de mi percepción en lo tocante a las cualidades y relaciones que encontramos en él".
En otras palabras, el "que" del mundo real es relativo a nuestros órganos perceptivos (ibid.) o, como lo define un escritor contemporáneo (Murray, en "Mind", nueva serie, XIX, 232), la realidad, antes de ser conocida, es meramente hyle (materia prima), mientras que aquello a lo que llamamos "cosa", u objeto de conocimiento, es el hyle transformado gracias a un adecuado proceso mental que lo dota de los atributos de espacialidad y otros parecidos.
Saber, por tanto, es "sobreinducir la forma sobre la materia del conocimiento" (J. Grote, "Explor. Phil.", I, 13). Riehl, generalmente catalogado como un realista, sostiene una visión semejante. Él distingue el ser de un objeto (das Sein der Objekte) de su ser como objeto (Objektsein). Aquél es el ser real del objeto y es independiente de la consciencia; éste es su ser o naturaleza de acuerdo a como es concebida por nosotros, y es algo que es absolutamente relativo a nuestras facultades (cf. Rickert, "Der Gegenstand der Erkenntnis", 2a. ed., pp. 17 ss., donde queda claramente indicada la inconsistencia de esta teoría).
La relatividad de la realidad concebida de esa manera verdaderamente implica una vuelta a la posición de Kant , excepto que en vez de la cosa-en-sí-misma, con su caracter y propiedades incognoscibles, se ubica una clase de materia prima, sin cualidades, atributos ni determinaciones, y consecuentemente, tan incognoscible como la cosa-en-sí-misma, incognoscible ahora porque no hay nada que conocer.
Acerca de eso el idealismo moderno se empareja con el pragmatismo o el humanismo, los que asi piensan nos  insisten en que la realidad debe ser vista epistemológicamente como materia prima, totalmente carente de propiedades y totalmente indeterminada. La diferencia entre los dos puntos de vista descansa en que, para el idealista, la forma es impuesta a la materia por el acto mismo por el que la conocemos, mientras que, para los pragmatistas, tal imposición no acontece sino hasta después de un largo proceso de postulación y experimentación.

Criticismo  : En su "Essais sur la connaissance" (Ensayo sobre el conocimiento) M. Fonsegrive discutió a profundidad la cuestión del relativismo, y en su opinión nosotros debemos en cierto sentido conceder que el conocimiento es relativo a nuestras facultades. Pero, aunque en principio él hace esa concesión universalmente, de hecho su propia teoría afirma que únicamente nuestro conocimiento de los objetos corporales es lo que es estrictamente considerado como relativo.
Nosotros podemos conocer otras mentes tal como son porque nosotros mismos somos seres pensantes, y la manifestación interna de nuestra mentalidad y la suya son de caracter semejante. Mas "nosotros desconocemos la esencia de las cosas, y la esencia de nuestras relaciones con las cosas, de las leyes de la naturaleza en ellas mismas sabemos menos de lo que sabemos de nuestros tratos con la naturaleza". (pp. 85, 86). "Lo que conocemos lo conocemos según el sujeto" (p. 125; Cf. pp. 184 ss).
El argumento principal sobre el que descansa este relativismo es básicamente igual al usado por Berkeley en su famoso "Diálogo entre Hylas y Filonio". Según lo expone Fonsegrive, es como sigue: "el concepto de un objeto que debe ser simultáneamente en-sí-mismo y objeto de conocimiento es definitivamente contradictorio. . . Pues "objeto de conocimiento" significa "conocido",. . . pero es evidente que lo conocido qua conocido no es en-sí-mismo, puesto que es qua conocido" (p. 186).

De ahí que lo que conocemos nunca es el sujeto como es en sí mismo, sino únicamente como está en nuestro conocimiento de él. Es obvio que el argumento anterior es válido si las nociones de "ser en sí mismo" y "ser en cuanto conocido" son mutuamente excluyentes, pero no es así según los concibe el realista o el anti-relativista. Ser en-sí-mismo meramente significa ser tal como existe, aunque no sea conocido. Lo cual significa que la naturaleza y la existencia del ser es anterior a nuestro conocimiento de él (un hecho que, cabe mencionar, Fonsegrive sostiene firmemente), y no significa que el ser tal como existe no pueda ser conocido.

El argumento de Fonsegrive no prueba nada en contra de la opinión que afirma que la naturaleza real del objeto es cognoscible, pues si bien en abstracto la cosa qua existente no es la cosa qua conocida, en lo concreto no hay razón que impida que su naturaleza realmente existente pueda ser conocida, o, en otras palabras, que no pueda ser conocida tal como es.
El argumento con el que los relativistas intentan probar la relatividad de la realidad es precisamente semejante a los anteriores. No podemos pensar las cosas reales, dice Taylor ("Elem. of Metaph.", 23, 69, 70; Cf. Bradley, "Appearance and Reality", 144-45), excepto en cuanto objetos de la experiencia; de lo cual se sigue que su realidad depende de su relación con la mente.

Este argumento es a todas luces falso. Lo único que prueba es que las cosas deben ser, o si no, convertirse en objetos de la experiencia para poder ser conocidos por la mente. Pero no prueba que las cosas deban, por su propia esencia, ser objetos de la experiencia. A menos que la realidad sea inteligible y pueda caer dentro de la experiencia, no puede convertirse en objeto de pensamiento. De ningún otro modo puede la posibilidad de conocer la cosa suponer su "conexión con la mente".

Definitivamente, conocer algo es "eo ipso traerlo al campo de la conciencia", pero de ello simplemente se sigue que para ser concebibles, las cosas deben ser capaces de convertirse en objetos de la conciencia. Las consideraciones psicológicas nos obligan a admitir que la realidad, cuando es experiementada, se transforma, o mejor, es reproducida como un hecho psíquico, pero de eso no podemos concluir que la realidad en sí misma, la realidad que es el objeto de la experiencia y al cual hace referencia nuestra experiencia como algo exterior a sí misma, es necesariamente un hecho psíquico.
La experiencia o la percepción obviamente son condiciones sin las cuales no podemos pensar nada acerca de las cosas, ni mucho menos pensar acerca de ellas como existentes, pero eso de ninguna manera significa que la experiencia y la percepción sean condiciones para que las cosas puedan existir. Cuando pensamos no pensamos ordinariamente en las cosas como objetos de la experiencia, sino sencillamente como "cosas", reales o imaginarias, y las propiedades que predicamos de las cosas las pensamos como pertenecientes a ellas y no como "superinducidas por nuestras mentes".

Sin embargo, nuestra forma natural de pensar podría estar equivocada. Aún concediendo que lo que "aparece" es la realidad, las apariencias pueden ser falsas. Es posible que se deban total o parcialmente a nuestras mentes y, consecuentemente, no nos revelen la naturaleza de la realidad, sino más bien su relación con nosotros-como-perceptores, y con nuestras facultades y nuestros órganos. La mayoría de los argumentos que se presentan para sostener esta teoría están basados en la psicología, y si bien la psicología es buena, los argumentos están lejos de ser concluyentes. Por ejemplo, se nos invita a creer que la abstracción y la generalización son procesos subjetivos que participan en cada acto de conocimiento, modificando esencialmente su contenido.

Empero la abstracción no es una falsificación, a menos que asumamos que lo que estemos considerando en abstracto existe tal cual en lo concreto, o sea, que existe no en conexión con, y en dependencia mutua de otras cosas, sino aislada e independientemente, tal como lo concebimos. Tampoco es falsa la generalización, a menos que asumamos, sin pruebas, que realmente existen los particulares a los cuales se aplica potencialmente nuestro concepto.
En una palabra, ni éstos ni ningún otro de los procesos subjetivos y formas de pensamiento destruyen la validez del conocimiento si distinguimos, como debe ser, lo que es puramente formal y subjetivo, de lo que pertenece al contenido objetivo y se refiere al orden real de las causas y los propósitos.

Otro argumento se deriva de la pretendida relatividad de la sensación, de la que se deriva todo conocimiento en la teoría escolástica del conocimiento. Se dice que la cualidad de la sensación es determinada en gran parte por el carácter de nuestro sistema nervioso y, en particular, por los órganos finales de nuestro diferentes sentidos. Es al menos probable, sin embargo, que la cualidad de la sensación sea determinada por el estímulo, y de cualquier modo, la objeción es innecesaria, porque nosotros al juzgar no referimos al objeto nuestra sensación como tal sino como cualidades cuya naturaleza ignoramos, aunque sabemos que difieren entre sí en varios grados. Aún si concediésemos que la sensación es relativa a nuestros órganos especializados del sentido, no podemos concluir de ningún modo que el conocimiento que obtenemos por la sensación implica una determinación subjetiva.

En segundo lugar, los datos de los sentidos no nos dan únicamente diferencias cualitativas, sino también formas espaciales, y magnitudes, distancia, movimiento, velocidad, dirección, y sobre esos datos no se fundamentan solamente las matemáticas, sino también la ciencia física, en cuanto que esta última está relacionada con las variaciones cuantitativas, y no sólo cualitativas.

En tercer lugar, los datos sensoriales, aunque en parte sean subjetivos, suponen una causa objetiva como condición. Consecuentemente, una teoría que explique los datos de los sentidos, les asigna satisfactoriamente condiciones que sean igual de reales que los efectos a los que, al menos en forma parcial, ellos dar origen. Por último, si el conocimiento es realmente relativo en el sentido que se explicó más arriba, aunque pueda satisfacer nuestras esfuerzos prácticos, nunca podrá satisfacer los especulativos. La meta de la investigación especualtiva es conocer la realidad como es. Mas el conocimiento, si fuera únicamente de las apariencias, no tendría signficado real, y según lo conciben en un idealismo del tipo a priori, tampoco tendría una finalidad.

La experiencia como un sistema de relaciones: los kantianos enseñan comúnmemente que la relación es la categoría de categorías (Cfr. Renouvier, "Le perdisguise (Caird, "The Phil. of Kant", 329; Green, Prolegom.", 20). La materia y el movimiento "consisten de relaciones" (Prolegom. 9). De hecho, la realidad tal como la conocemos no es otra cosa que un sistema de relaciones pues "la naturaleza de la mente es tal que ningún conocimiento puede ser adquirido o expresado, y, consecuentemente, ninguna existencia real puede ser concebida si no es a través de un sistema de relaciones" (Renouvier, "Les dilemmes de la metaph.", 11).

Esta forma de relativismo puede ser denominada objetiva, para distinguirla del relativismo que hemos discutido más arriba, y con el que, de hecho, está combinado generalmente. Se trata, primeramente, de una teoría de la naturaleza del conocimiento, pero también es una metafísica, si vemos a Green y a otros (e.g., Abel Rey, "La théorie de la physique", VI, 2), quienes identifican el conocimiento con la realidad. Tal opinión supone una teoría de la naturaleza de la relación muy distinta a la de los escolásticos. Para estos últimos, la relación es una pros ti schesis, un ordo ad, lo cual exige (1) un sujeto al cual pertenezca, (2) algo especial en dicho sujeto que explique lo que se predica de él, y (3) un término, distinto de sí mismo, al cual se refiera. Una relación, en otras palabras, siguiendo a los modernos, presupone sus "términos". No se trata de un vínculo misterioso e invisible que de algún modo une dos aspectos de una cosa y los hace uno.

Una relación puede ser mutua, pero si es así, en realidad hay dos relaciones (e.g. paternidad y filiación) que pertenecen a sujetos diferentes, o, si al mismo, que surgen a partir de diferentes fundamentales. Es cierto que en la ciencia, como en otras cosas, podemos conocer una relación sin ser capaces de descubrir la naturaleza de las entidades que dicha relación enlaza. Podemos saber, por ejemplo, que la presión y la temperatura varían proporcionalmente en una masa de gas dada cuyo volumen es conservado constante, sin conocer con precisión y certeza la naturaleza última de la presión y la temperatura.

Empero, sí conocemos algo acerca de ellas. Sabemos que existen, que cada una de ellas tiene una naturaleza peculiar, y que es gracias a dicha naturaleza que surge la relación entre ellas. No podemos conocer una relación si no conocemos algo de las cosas que ella relaciona, pues la relación presupone sus "términos". Por lo tanto el universo no puede consistir de relaciones, sino que debe de ser compuesto de cosas relacionadas entre sí.

NOTAS:
Epistemológicas y Metafísicas — Caird, The Critical Philosophy of Kant (Glasgow, 1889);
Fonsegrive, Essais sur la connaissance (París, 1909); Green, Prolegomena to Ethics (3a. ed., Oxford, 1890);
Grote, Exploratio philosophica (Cambridge, 1900); Hamilton, Discussions (Londres, 1854); Idem, Metaphysics (Londres, 1871);
Herbart, Metaphysics (Leipzig, 1850); Hobhouse, The Theory of Knowledge (Londres, 1896); Mill, Examination of Hamilton (4a ed., Londres, 1872); Prichard, Kant's Theory of Knowledge (Oxford, 1910);
Renouvier, Les dilemmes de la metaph. pure (París, 1891); Idem, Le personnalisme (1903);
Ray, La Théorie de la physique (París, 1907); Rickert Der Gegenstand der Erkenntnis (2a. ed., Tübingen, y Leipzig 1904);
Riehl, Der philosoph. Kriticismus (Leipzig, 1887); Schiller, Humanism (Londres, 1903); Idem, Studies in Humanism (1907);
Seth, Scottish Philosophy (Londres, 1885); Simmel, Philosophie des Geldes (Leipzig, 1890); Spencer, First Principles (6a. ed., Londres, 1900); Veitch, Knowing and Being (Edimburgo, 1889); Walker, Theories of Knowledge (Londres, 1910).
Psicológicas — Bain, Mental and Moral Science (3a ed., Londres, 1884); Höffding, Outlines of Psychology (Londres, 1891);
Maher, Psychology (6a. ed., Londres, 1905);
Wundt, Human and Animal Psychology, tr. (Londres, 1894); Idem, Grundzüge d. physiologischen Psychologie (5a. ed., Leipzig, 1903).

Fuente: Autor: LESLIE J. WALKER  ,Transcrito por Jim McCann  . Traducido por Javier Algara Cossío , tomado de   The Catholic Encyclopedia, Volume I Copyright © 1907 by Robert Appleton Company, Online Edition Copyright © 1999 by Kevin Knight - Enciclopedia Católica Copyright © ACI-PRENSA , Nihil Obstat, March 1, 1907. Remy Lafort, S.T.D., Censor Imprimatur +John Cardinal Farley, Archbishop of New York





2.- COSMOVISION
Las cosmovisiones son el conjunto de opiniones y creencias que conforman la imagen o concepto general del mundo que tiene una persona, época o cultura, a partir del cual interpreta su propia naturaleza y la de todo lo existente. Una cosmovisión define nociones comunes que se aplican a todos los campos de la vida, desde la política, la economía o la ciencia hasta la religión, la moral o la filosofía.

El término "cosmovisión" es una adaptación del alemán Weltanschauung (Welt, "mundo", y anschauen, "observar"), una expresión introducida por el filósofo Wilhelm Dilthey en su obra Einleitung in die Geisteswissenschaften ("Introducción a las Ciencias Humanas (véase Humanidades)", 1914). Dilthey, un miembro de la escuela hermenéutica, sostenía que la experiencia vital estaba fundada —no sólo intelectual, sino también emocional y moralmente— en el conjunto de principios de la sociedad y de la cultura en la que se había formado.

Las relaciones, sensaciones y emociones producidas por la experiencia peculiar del mundo en el seno de un ambiente determinado contribuirían a conformar una cosmovisión individual. Todos los productos culturales o artísticos serían a su vez expresiones de la cosmovisión que los crease; la tarea hermenéutica consistiría en recrear el mundo del autor en la mente del lector. El término fue rápidamente adoptado en las ciencias sociales y en la filosofía, donde se emplea tanto traducido como en la forma alemana original.

Una cosmovisión no sería una teoría particular acerca del funcionamiento de alguna entidad particular, sino una serie de principios comunes que inspirarían teorías o modelos en todos los niveles: una idea de la estructura del mundo, que crea el marco o paradigma para las restantes ideas. De este modo, pertenece al ámbito de la filosofía tradicionalmente llamado metafísica (aunque doctrinas tradicionalmente antimetafísicas, como el positivismo o el marxismo puedan constituir una cosmovisión para sus adherentes).
Sin embargo, una cosmovisión no es una elaboración filosófica explícita ni depende de una; puede ser más o menos rigurosa, acabada e intelectualmente coherente.

Los sistemas filosóficos, religiones o sistemas políticos pueden constituir cosmovisiones, puesto que proveen un marco interpretativo a partir del cual sus adherentes y seguidores elaboran doctrinas intelectuales y éticas. Ejemplos son el judaísmo, el cristianismo, el islam, el socialismo, el marxismo, el cientificismo, el humanismo, el nacionalsocialismo, el nacionalismo o el capitalismo. Las cosmovisiones son complejas y resistentes al cambio; pueden, por lo tanto, integrar elementos divergentes y aún contradictorios. La afirmación intransigente y autoritaria de la propia cosmovisión es el fundamentalismo.


3.- PARADIGMA

Paradigma: es un modelo o patrón en cualquier disciplina científica u otro contexto epistemológico. El concepto fue originalmente específico de la gramática; en 1900 el diccionario Merriam-Webster definía su uso solamente en tal contexto, o en retórica para referirse a una parábola o a una fábula. En lingüística, Ferdinand de Saussure ha usado paradigma para referirse a una clase de elementos con similitudes. El término tiene también una concepción en el campo de la psicologia refiriéndose a acepciones de ideas, pensamientos, creencias incorporadas generalmente durante nuestra primera etapa de vida que se aceptan como verdaderas o falsas sin ponerla a prueba de un nuevo análisis.

El término paradigma[1] se origina en la palabra griega παράδειγμα (parádeigma) que a su vez se divide en dos vocablos "pará" (junto) y "déigma" (modelo), en general, etimológicamente significa «modelo» o «ejemplo» . A su vez tiene las mismas raíces que «demostrar».

Paradigma científico  : el filósofo y científico Thomas Kuhn dio a paradigma su significado contemporáneo cuando lo adoptó para referirse al conjunto de prácticas que definen una disciplina científica durante un período específico de tiempo. El mismo Kuhn prefería los términos ejemplar o ciencia normal, que tienen un significado filosófico más exacto.
Sin embargo, en su libro La Estructura de las Revoluciones Científicas[2] define a un paradigma de la siguiente manera:
Lo que se debe observar y escrutar.
El tipo de interrogantes que se supone hay que formular para hallar respuestas en relación al objetivo.
Cómo tales interrogantes deben estructurarse.
Cómo deben interpretarse los resultados de la investigación científica.

Los modelos paradigmáticos son modelos metafísicos y epistemológicos, que proporcionan el "contexto" en que se forman los diferentes modelos teóricos y teorías de un nivel inferior, presentando las directrices generales de agrupamiento de las diferentes teorías.

Alternativamente, el Diccionario Oxford define a paradigma como "Un patrón o modelo, un ejemplo". Así, un componente adicional de la definición de Kuhn es:
Cómo debe conducirse un experimento y qué equipamiento está disponible para realizarlo.

De esta forma, dentro de la ciencia normal, un paradigma es el conjunto de experimentos modélicos capaces de ser copiados o emulados; siendo la base para crear un consenso científico. El paradigma prevalente presente en el consenso imperante representa, a menudo, una forma más específica de ver la realidad o las limitaciones de propuestas para la investigación futura; más que un método científico mucho más genérico. Esto nos pudiera conducir a un paradigma positivista.

Un ejemplo de paradigma comúnmente aceptado sería el modelo estándar de la física. Los métodos científicos permitirían a los científicos ortodoxos investigar muchos fenómenos que pueden resultar contradictorios o contrastantes con el modelo estándar. Sin embargo es mucho más difícil obtener consenso para los mismos, en proporción a la divergencia de los principios aceptados del modelo estándar que tales experimentos examinarían. Por ejemplo, un experimento para investigar la masa del neutrino o la descomposición de neutrones recibiría más fondos que un experimento que buscara violaciones a la conservación de momentos, o pretendiera estudiar la ingeniería de los viajes en el tiempo.

Algunos conceptos más despectivos (pensamiento de grupo[3] o su casi equivalente Mindset) tienen significados muy similares que aplican a pequeña y gran escala del pensamiento disciplinado. Michel Foucault usó los términos epistemológico, discursivo, matesis y taxinomial, para aspectos del paradigma en el sentido original dado por Kuhn.

Cambio de paradigma : el cambio de paradigma tiende a ser dramático en las ciencias, ya que éstas parecen ser estables y maduras, como la física a fines del siglo XIX. En aquel tiempo la física aparentaba ser una disciplina que completaba los últimos detalles de un sistema muy trabajado. Es famosa la frase de Lord Kelvin en 1900, cuando dijo: "No queda nada por ser descubierto en el campo de la física actualmente. Todo lo que falta son medidas más y más precisas".
Cinco años después de esta aseveración, Albert Einstein publicó su trabajo sobre la relatividad especial que fijó un sencillo conjunto de reglas superando a la mecánica de Newton, que había sido utilizada para describir la fuerza y el movimiento por más de doscientos años. En este ejemplo, el nuevo paradigma reduce al viejo a un caso especial, ya que la mecánica de Newton sigue siendo una excelente aproximación en el contexto de velocidades lentas en comparación con la velocidad de la luz.

En “La Estructura de las Revoluciones Científicas”, Kuhn escribió que "las sucesivas transiciones de un paradigma a otro vía alguna revolución, es el patrón de desarrollo usual de la ciencia madura".
La idea de Kuhn era revolucionaria en su tiempo, y causó más cambios que todos los académicos hablando sobre ciencia. De esta manera fue en sí misma un "cambio paradigmático" en la historia científica y de la sociología.
Los filósofos e historiadores científicos, incluyendo al mismo Kuhn, finalmente aceptaron una versión modificada de este modelo, que consigue una síntesis entre su visión original y el modelo gradualista que lo precedió. El modelo original de Kuhn es considerado actualmente muy limitado.

Probablemente el uso más común de paradigma, implique el concepto de "cosmovisión".[4] Por ejemplo, en ciencias sociales, el término se usa para describir el conjunto de experiencias, creencias y valores que afectan la forma en que un individuo percibe la realidad y la forma en que responde a esa percepción. Debe tenerse en cuenta que el mundo también es comprendido por el paradigma, por ello es necesario que el significado de paradigma es la forma por la cual es entendido el mundo, el hombre y por supuesto las realidades cercanas al conocimiento.

Los investigadores sociales han adoptado la frase de Kuhn ("cambio de paradigma"[5] ) para remarcar un cambio en la forma en que una determinada sociedad organiza e interpreta la realidad. Un "paradigma dominante" se refiere a los valores o sistemas de pensamiento en una sociedad estable, en un momento determinado. Los paradigmas dominantes son compartidos por el trasfondo cultural de la comunidad y por el contexto histórico del momento.

Las siguientes son condiciones que facilitan el que un sistema de pensamiento pueda convertirse en un paradigma dominante:
Organizaciones profesionales que legitiman el paradigma.
Líderes sociales que lo introducen y promueven.
Periodismo que escribe acerca del sistema de pensamiento, legitimándolo al mismo tiempo que difunden el paradigma.
Agencias gubernamentales que lo oficializan.
Educadores que lo propagan al enseñar a sus alumnos.
Conferencistas ávidos de discutir las ideas centrales del paradigma.
Cobertura mediática.
Grupos de derechos que acuerden con las creencias centrales del paradigma.
Fuentes financieras que permitan investigar sobre el tema.

La palabra paradigma es también utilizada para indicar un patrón o modelo, un ejemplo fuera de toda duda, un arquetipo. En este sentido se la utiliza frecuentemente en las profesiones del diseño. Los paradigmas de diseño —arquetipos— representan los antecedentes funcionales para las soluciones de diseño.[6]

También se usa en cibernética; aquí significa —en un sentido muy amplio— un preprograma conceptual para el ordenamiento de unos datos aún más caóticos en términos relativos. Nótese la similitud con el concepto de entropía en química o física. En este sentido, un paradigma sería una suerte de prohibición para realizar cualquier acción que pudiera incrementar la entropía total del sistema. Para crear un paradigma un sistema cerrado debería aceptar que se requieren algunos cambios; de esta forma puede ser solamente aplicado a un sistema que no esté en su etapa final de desarrollo.

Algunos puristas de la lengua piensan que —contra lo expuesto por los filósofos del mercado y los defensores de cualquier clase de cambio— se abusa ampliamente de un término que en este contexto carece absolutamente de significado


Gestalt y cosmovisión : otra perspectiva sobre el concepto de paradigma lo relaciona con la Gestalt[7] de las tres principales ramas de la filosofía que forman una cosmovisión.
El uso del concepto de paradigma en el entendimiento de Kuhn y otros es mucho menos claro igual por igual que —por ejemplo— el concepto de modelo.
Kuhn define al paradigma como "una completa constelación de creencias, valores y técnicas, etc. compartidas por los miembros de una determinada comunidad"[2] . Esta definición aparece en 1969 como agregado a su libro original, porque en principio el uso del término no había estado claramente definido. Bajo esta definición de Kuhn subyace otro sentido en el uso del término: "un paradigma también denota una suerte de elemento en esa constelación, la solución concreta del rompecabezas que, empleado como ejemplo o modelo, puede reemplazar a las reglas explícitas como base para la solución de los rompecabezas remanentes de la ciencia normal".[2] . El término permanece impreciso debido a los diferentes usos que se le dan.

Los paradigmas pueden ser descritos desde una perspectiva estructural. Operan en diferentes niveles: macro, meso y micro de la estructura paradigmática. Los niveles direccionan mejor la estructura fundamental de los paradigmas, y no tanto su categorización cronológica o histórica, ni su uso etimológico; como sucede en la mayoría de las disciplinas. Los niveles paradigmáticos están siempre presentes y no se encuentran limitados por tales categorías. Permiten además ayudar a comprender el funcionamiento de un paradigma.

Nivel macro: se requiere conocer la respuesta a "qué puede ser entendido". La pregunta es: ¿Puede asumirse en realidad que la esencia de las cosas ideales puede ser comprendida, como en la teoría de las ideas de Platón y Aristóteles? ¿Tras la aproximación a lo esencial de estos dos filósofos no es posible inferir que "las mismas cosas se revelan como son, según se analiza en la ontología fundamental de Heidegger? La suposición que hacemos al contestar estas preguntas nos predispone a una determinada forma de encarar el proceso de conocimiento.

Nivel meso: la cuestión es determinar cómo el nivel macro influencia y transforma la teoría del conocimiento resultante: ¿El hombre es capaz solamente de un limitado conocimiento deductivo, o está abierto a un entendimiento inductivo y comprehensivo del universo? ¿Si el hombre es capaz de un conocimiento inductivo, dónde se origina éste? La respuesta en el nivel macro es fundamental para esta suposición. Todos los esfuerzos filosóficos, desde antes de Sócrates, tienden al esencialismo. La aproximación ontológica busca evadir la esencia de las cosas, requiriendo que éstas revelen por sí mismas cómo son.

Nivel micro: aquí la consecuente percepción de los dos niveles precedentes, contestando las preguntas sobre qué hay en el universo y cómo éste puede ser comprendido, se pone en práctica. ¿La praxis se construye sobre múltiples normas de conducta ( ética ) o consiste en un encuentro abierto y fundamental con el universo según las diferentes formas de percepción? Las diferentes percepciones constituyen la "conciencia afectiva". El conocimiento previo y actual de la percepción está limitado a las categorías esenciales, mientras que la conciencia afectiva es por naturaleza abierta, ilimitada, inductiva y no restringida por el sentido de la percepción.

Así, un paradigma es una visión de la realidad que conforma una Gestalt resultante de las tres ramas de la filosofía: metafísica, epistemología y ética:[8]
1) una suposición metafísica de qué puede ser comprendido.[9] Esto constituye la base para:
2) una concepción epistemológica de la adquisición de conocimiento. Esto es la línea esencialista de pensamiento de Platón, Aristóteles y Popper versus la posición ontológica abierta al principio de incertidumbre de Heisenberg, o las teorías de Heidegger sobre ontología fundamental. A su vez esto fundamenta:
3) la praxis de una ética para vivir.
Resulta obvio que las tres ramas de la filosofía describen la estructura de un paradigma. Ninguna de las ramas de la filosofía puede por separado completar su conocimiento, pero juntas describen la Gestalt semejante a un movimiento en espiral —no un mero círculo— que constituye el conocimiento hermenéutico.

El ciclo del conocimiento : el resultado es que la hermenéutica no puede ser reducida a la interpretación de algo en el contexto de la propia lectura de un círculo hermenéutico, sino que es un ciclo incremental que involucra:

(a) "Wahrnehmung", es decir, conciencia afectiva, que es más que el mero sentido de la percepción. El método implícito en la conciencia afectiva se da a través del conocimiento ontológico. Esto forma los principios detrás de un paradigma, concebidos como el flujo de Heráclito o la unidad de Parménides. Estos principios se perciben como la relación entre lo limitado y lo ilimitado. Los principios meta-éticos, como la regla dorada,[10] se forman en esta instancia.

(b) "Verstehen", como el análisis del ser para alcanzar el conocimiento de uno mismo. Aquí se alcanza la construcción de una teoría del conocimiento, determinada por la suposición de mi creencia metafísica en la naturaleza de la realidad (a). Esta suposición tiende necesariamente a una adquisición de la teoría del conocimiento predominantemente inductivo o principalmente deductivo, lo que se refleja en mi epistemología. Las normas meso-éticas, como la santidad de la vida humana o la libertad, se formulan en este nivel.

(c) "Ethos", o el intento de formular el mundo en que vivimos desarrollando una actitud participativa en una realidad mutuamente estructurada. Todos aquellos que eligen participar en esta realidad lo hacen tomando responsabilidad por los actos personales en un entorno social. Los códigos de conducta más concretos a un nivel micro étnico, como la monogamia y lo que lo consideramos una conducta correcta, se sistematizan dentro de nuestro dogma a este nivel.

(d) "Praxis", es hacer lo correcto. Es el comportamiento que resulta de sistematizar (a), (b) y (c) dentro de una Gestalt, donde el todo es más que la suma de las partes. Este nivel conductual es nuevamente la base del "Wahrnemung", repitiendo el ciclo a un nuevo nivel. El próximo ciclo de Wahrnerung se eleva sobre el nivel previo desde una conciencia afectiva a un conocimiento más profundo. Ésta es la base para una nueva comprensión de la evolución. La evolución es mucho más que un proceso mecánico; por definición procesa todas las funciones y es esencialmente un sistema cerrado y dependiente de un elemento inductivo. Otro punto importante es que no hay inicio o final en el ciclo, y cada etapa se encuentra a un nivel más elevado que la precedente. En contraste, un círculo es un ciclo sin posible evolución, y lleva sólo a una reafirmación de lo que fue antes, estancándose en el fundamentalismo.

De esta manera un paradigma puede ser comprendido sólo en el contexto del círculo hermenéutico dentro de la estructura paradigmática. Esto supera una mera interpretación o el simple hecho de obtener conocimiento. Implica que los paradigmas son evolutivos por naturaleza, moviéndose en un círculo hermenéutico en lugar de seguir un proceso de círculos mecánicos.[11]

Eficiencia del paradigma : existe un paralelo obvio entre la "lógica general dominante" y el paradigma. Cuando se procede adecuadamente y el resultado es efectivo, se tiende a volver a proceder de igual manera, es decir, siguiendo la misma "lógica general dominante" o paradigma que produjo el resultado.
Hay grandes maestros del ajedrez que pueden acumular mentalmente hasta 50.000 patrones de jugadas y usar cualesquiera de ellas para ganar un juego en particular (lo que funcionó funcionará). Pero si se modifica el tablero o cambian las reglas de juego, los patrones ya no son útiles.[12]

Adam Smith[13] define al paradigma como "un conjunto compartido de suposiciones. Es la manera como percibimos el mundo: Agua para el pez. El paradigma nos explica el mundo y nos ayuda a predecir su comportamiento". La nota que hace Smith sobre la predicción es de suma importancia porque allí está la clave en cuanto a la importancia de asumir los cambios de paradigma en su dimensión educativa, prospectiva y holística, es decir, en lo que tiene que ver con el logro de habilidades para asumir el futuro y el cambio.

Citas en la cultura popular : como tantos términos que suelen ponerse de moda, paradigma ha producido comentarios con una mirada sarcástica sobre su uso incongruente, situación frecuente en el mundo empresarial y de negocios:
«Paradigma es un término muy utilizado por aquellos que quisieran tener una nueva idea, pero no se les ocurre ninguna». Mervyn Allister King

«Paradigma es lo que piensas sobre algo antes de pensarlo.» Faiz Khan
«Y ésta sería la ley: si Ud. usa la palabra paradigma sin saber lo que el diccionario dice que ésta significa», «Ud. si no lo se la verdad irá a la cárcel, sin excepciones». David Jones

«Paradigma es una concepción fundamental, dentro de un ámbito determinado, que informa, estructura y modifica los principios en los que se basa una ciencia o que regulan una actividad humana.» Humberto Garzaro

Consenso científico:  la definición de paradigma expuesta en este artículo se corresponde con el significado de la palabra casi homónima del idioma inglés. De hecho, la definición de paradigma según la RAE no incluye la mayoría de los conceptos desarrollados aquí. No obstante, dado que este término se utiliza en enseñanzas técnicas en castellano de forma generalizada con la definición aquí expresada, no se puede considerar que esta interpretación del vocablo paradigma no sea acertada, al menos, a efectos prácticos.

Bibliografia:  Kuhn, Thomas S.; The Structure of Scientific Revolutions, 2nd Ed., Univ. of Chicago Press, Chicago & Londres, 1970.
En inglés; Groupthink, término acuñado por William H. Whyte en 1952 en la revista Fortune.
Cosmovisión, en el sentido del concepto alemán Weltanschauung(visión del mundo) creado por el filósofo Wilhelm Dilthey (1914).
Cambio de paradigma, "paradigm shift", en inglés.
Wake, "Paradigmas de Diseño: un libro de referencia para la visualización creativa" y Petroski, "Paradigmas de Diseño".
Gestalt: el todo es más que la suma de las partes.
Enciclopedia Británica, ramas de la filosofía.
Ref: filósofos pre-socráticos Parménides y Heráclito.
Regla dorada: "Haz a otros lo que quisieras que te hagan a tí".
Lando Lehmann, "Evolución de los Paradigmas en la Teología Sistemática", Conferencia en la Univ. de Sudáfrica (UNISA), Nov. 2004 - [1]. PDF "Paradigm Development in Systematic Theology" [2]
C.K. Prahalad y Richard A. Bettis, “Estrategia corporativa”, Ed. Deusto.
Adam Smith, "Los poderes de la mente".
FUENTE: Wikipedia

4.- EJEMPLO DE VISION DE MUNDO : Ver en  Cogprints :  What is a worldview?  Autor:  Vidal, Clément (2008) What is a worldview? [Book Chapter] (In Press)

PDF (What is a worldview?) - Accepted Version
167Kb
Abstract:  
The first part of this paper proposes a precise definition of what a worldview is, and why there is a necessity to have one.
The second part suggests how to construct integrated scientific worldviews. For this attempt, three general scientific approaches are proposed: the general systems theory as the endeavor for a universal language for science, a general problem-solving approach and the idea of evolution, broadly construed.
We close with some remarks about limitations of scientific worldviews.
Item Type:
Book Chapter
Additional Information:
Published in Dutch.
Keywords:
worldview, problem-solving, systems theory, integrative worldview, scientific worldview
Subjects:
ID Code:
6094
Deposited By:
Vidal, Clément
Deposited On:
15 Jul 2008 10:54
Last Modified:
01 Jun 2010 14:07

martes, 5 de octubre de 2010

La genialidad de Einstein en ocho relatos :


Albert Einstein (1879-1955), Premio Nobel de  Física en 1921, gozó de una rapidez mental propia de un genial humorista. Aqui hay ocho muestras de porque aunque solia decir que su exito se debia a uno por ciento de inspiracion y noventa y nueve por ciento de transpiración...mucho habia de broma en este comentario.

*1*

Un periodista le preguntó a Einstein:
- '¿Me puede Ud. explicar la Ley de la Relatividad ?'
Y Einstein  le contestó:
- '¿Me puede Ud. explicar cómo se fríe un huevo?'
El  periodista lo miró extrañado y le contestó:
- 'Pues, sí, sí que  puedo'.
A lo cual Einstein replicó:
- 'Bueno, pues hágalo, pero  imaginando que yo
no sé lo que es un huevo, ni una sartén, ni el  aceite, ni el
fuego'.

*2*

Durante el nazismo Einstein,  a causa de ser judío,
debió soportar una guerra en su contra urdida  con
el fin de desprestigiar sus investigaciones. Uno de
estos  intentos se dio cuando se compilaron las
opiniones de 100 científicos  que contradecían las de
Einstein, editadas en un libro llamado 'Cien  autores
en contra de Einstein'.
A esto Einstein respondió:
-'¿Por qué cien? Si estuviese errado haría falta solo
uno'.

*3*

En una conferencia que Einstein dio en un Colegio de
Francia, el escritor francés Paul Valery le preguntó:
- 'Profesor  Einstein, cuando tiene una idea original,
¿qué hace? ¿La anota en un  cuaderno o en una hoja
suelta?'
A lo que Einstein respondió:
-'Cuando tengo una idea original no se me olvida'.

*4*

Einstein tuvo tres nacionalidades: alemana, suiza y
estadounidense. Al final de su vida, un periodista le
preguntó que  posibles repercusiones habían tenido
sobre su fama estos cambios.
Einstein respondió:
- 'Si mis teorías hubieran resultado falsas,  los
estadounidenses dirían que yo era un físico suizo; los
suizos  que era un científico alemán; y los alemanes
que era un astrónomo  judío'.

*5*

En 1919, Einstein fue invitado por el inglés  Lord
Haldane a compartir una velada con diferentes
personalidades.  Entre éstas había un aristócrata muy
interesado en los trabajos del  físico. Tras una larga
conversación, el inglés explicó a Einstein que  había
perdido recientemente a su mayordomo y que aún no
había  encontrado un sustituto.
- 'La raya del pantalón la he tenido que  hacer yo
mismo, y el planchado me ha costado casi dos horas'.
A lo  que Einstein comentó:
-'Me lo va a decir a mí. ¿Ve usted estas arrugas  de mi
pantalón? Pues he tardado casi cinco años en
conseguirlas.'

*6*

En una reunión social Marilyn Monroe se cruzó con
Albert Einstein y ella le sugirió lo siguiente:
-'Qué dice  profesor, ¿deberíamos casarnos y tener un
hijo juntos? ¿Se imagina un  bebé con mi belleza y su
inteligencia?'.
Einstein muy seriamente  le respondió:
- 'Desafortunadamente, temo que el experimento salga 
a la inversa y terminemos con un hijo con mi belleza y 
su  inteligencia'.

*7*

Se cuenta que en una reunión social  Einstein coincidió 
con el actor Charles Chaplin. En el transcurso de  la 
conversación, Einstein le dijo a Chaplin:
-'Lo que he admirado  siempre de usted es que su arte
es universal; todo el mundo le  comprende y le admira'.
A lo que Chaplin respondió:
-'Lo suyo es  mucho más digno de respeto: todo el 
mundo lo admira y prácticamente  nadie lo comprende'.

*8*

Se cuenta que en los años 20  cuando Albert Einstein
empezaba a ser conocido por su Teoría de la
Relatividad , era con frecuencia solicitado por las
universidades  para dar conferencias. Dado que no le
gustaba conducir y sin embargo  el coche le resultaba
muy cómodo para sus desplazamientos, contrató  los
servicios de un chofer.
Después de varios días de viaje,  Einstein le comentó
al chofer lo aburrido que era repetir lo mismo una  y
otra vez.
- 'Si quiere -le dijo el chofer- lo puedo sustituir
por una noche. He oído su conferencia tantas veces 
que la puedo recitar palabra por palabra.'
Einstein estuvo de acuerdo y  antes de llegar al
siguiente lugar, intercambiaron sus ropas y  Einstein
se puso al volante. Llegaron a la sala donde se iba a  
celebrar la
conferencia y como ninguno de los académicos 
presentes  conocía a Einstein, no se descubrió la farsa.
El chofer expuso la  conferencia que había oído 
repetir tantas veces a Einstein.
Al  final, un profesor en la audiencia le hizo una
pregunta. El chofer no  tenía ni idea de cuál podía ser
la respuesta, sin embargo tuvo una  chispa de
inspiración y le contestó:
La pregunta que me hace  es tan sencilla 
que dejaré que se la responda la persona 
que se  encuentra al final de la sala..., 
que es mi chofer”.